Después de viajar un poco por Vietnam y Cambodia la siguiente parada fue Filipinas. Tengo que decir que aunque el país me gustó mucho, me quedé con ganas de conocer alguna otra de las 7.000 islas que tiene el país. Estubimos en la famosa Isla de Boracay, que aunque no puedo negar que es bonita, es tan famosa como repleta de turistas, por lo que mi valoración final no puede ser del todo buena. El spot donde se navega Boolabong Beach, es para practicar freestyle, aunque sólo se puede navegar con marea llena ya que cuando baja se queda prácticamente sin agua y todo el coral, piedras y erizos de mar quedan al descubierto (tuve un inoportuno incidente con un erizo que con sólo rozarlo con la mano me dejó fuera de juego sin navegar casi una semana). El motivo principal de la visita a esta isla fue otra etapa del KTA (Kiteboard Tour Asia). En esta ocasión no pude repetir el logro de la competición anterior. El viento flojo me perjudicó y no pude hacer nada ni siquiera con mi potente 10m Core GTS.
De ahí nos fuimos a Manila, en la Isla principal. La idea inicial era desplazarnos hasta un potencial spot de olas, muy poco conocido pero, sabido de buena fuente, unas muy buenas condiciones de ola. Sin embargo la previsión de viento era muy mala y decidimos cambiar la aventura de intentar llegar ahí y casi seguro encontrarnos sin viento, por ir al Cable Park más grande y famoso de todo el mundo que se encuentra cerca de Manila. La mala suerte no se acabó con la falta de viento, ya que por primera vez en su história, el cable park tuvo que cerrar por una avería eléctrica que nos informaron desdel propio cable que duraría más de 10 días. Así pues, por segunda vez consecutiva cambiamos los planes y esta vez si acertamos. Fuimos hasta Don Sol, a ver el Tiburón-Ballena, que justo en esa época del año hacen la migración y se dejan ver por esa zona. Sin duda una de las mejores experiencias de mi vida. Os dejo el pequeño video que grabé con mi móvil.
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